Rangel Díaz, José Luis (2015): Qué estudian los mexicanos. El menosprecio del humanismo. Educación Futura.
Texto completo no está disponible desde este repositorio. (Solicitar una copia)Resumen
Desde hace más de 20 años investigo sobre la cuestión educativa. En particular, sobre aspectos relacionados con la educación superior. Ya entonces era un verdad incuestionable la existencia de carreras “saturadas”. Los centros de orientación vocacional tenían como fin, no encausar hacia la vocación descubierta de los profesionales en potencia, sino desestimular la supuesta sobre-demanda por carreras a las que ya no debían dirigirse los preparatorianos. Existe una especie de creencia axiomática detrás de quienes trabajan en estas tareas: Los estudiantes de bachillerato no saben lo que es el mercado profesional. Tampoco saben de qué son capaces (desconocen su propio potencial). Igualmente, desconocen un sinnúmero de estudios profesionales que eventualmente han sido convertidos en carreras por las instituciones de educación superior, por las cuales es posible, y deseable, optar. Las nuevas disciplinas profesionales requieren ser atendidas y, de paso, liberar de sobre demanda a las carreras convencionales. No existen estudios que justifiquen estas tesis. No parecen ser necesarios. Son una creencia ampliamente compartida. Es difícil precisar con exactitud qué determina la composición disciplinaria de la demanda por estudios de nivel superior. Lo que es cierto, sin necesidad de pruebas, es que ésta muestra enorme resiliencia. Hemos demostrado (Rangel, José, La dinámica de los mercados laborales, libro en elaboración) que la distribución estructural de la demanda por estudios de nivel superior es similar a la estructura de los mercados laborales. ¿Por qué es muy grande la demanda por ingreso a cierta carrera, digamos Administración? Fácil, porque el mercado laboral es asaz grande. Los mercados laborales grandes absorben muchos profesionales. Los pequeños, pocos. Las dimensiones relativas se mantienen. Las velocidades de crecimiento son similares. Resultado, la estructura permanece constante. Si los mercados de profesionales muy grandes, los grandes, medianos y pequeños experimentan tasas de crecimiento similares nos hay razón para aseverar que existen carreras saturadas. O bien, que la demanda a determinadas carreras es “demasiado” elevada y se requiere recanalizar hacia otras (en general técnico científicas y/o de nueva creación). La sola existencia de una estructura de carreras como se maneja en el mundo de la educación superior en México es ya un absurdo, y se siguen creando, tratar de forzar su participación en el mercado laboral es un absurdo no menor. Sobre todo, cuando el mercado dice lo contrario.
Tipo de Documento: | Artículo |
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Fecha: | 27 Noviembre 2015 |
Palabras clave: | educación, carreras profesionales, estudiantes de bachillerato, estudios profesionales, carreras saturadas |
Colecciones: | SIN ESPECIFICAR |
Clasificación JEL: | I - Salud, educación y bienestar > I2 - Educación > I21 - Análisis de la educación I - Salud, educación y bienestar > I2 - Educación > I23 - Centros de enseñanza superior y de investigación I - Salud, educación y bienestar > I2 - Educación > I28 - Política pública |
Divisiones: | Unidades de Investigación > Desarrollo y Políticas Públicas |
Depositado: | 14 Dic 2016 18:38 |
URI: | http://ru.iiec.unam.mx/id/eprint/3480 |
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